“Si lo que buscas es lujo, calma y voluptuosidad –me dijo mi amigo Carles– ¡nada más apropiado que un Hotel Mercer!” Habían pasado, él y su esposa, un fin de semana romántico en uno de ellos para su aniversario de bodas de plata. “¡Inolvidable!”, añadió mi amigo. Eléah (mi nueva compañera sentimental) y yo tan sólo llevábamos unos meses juntos, pero lo nuestro fue un flechazo a primera vista. Nos conocimos durante un seminario organizado por nuestra empresa con ramificaciones en distintos lugares de España y de Europa. ¡Son cosas que a veces ocurren y que uno es incapaz de explicar por qué! No fue nada fácil. Por ella, lo dejé todo: mi novia de entonces, mi familia y amigos, mi plaza de ingeniero en Valencia, y pedí mi traslado a Málaga…
Dentro de poco, Eléah cumplirá 35 años, y quiero ofrecerle algo de lo que nunca se olvidará. De hecho, le he comprado ya el anillo de compromiso que deseo entregarle de la manera la más romántica e íntima posible. Un fin de semana para enamorados me parece pues una idea muy buena y de lo más chic… Los Hoteles Mercer tienen la peculiaridad de ubicar sus preciosos hoteles de lujo en edificios de interés cultural, patrimonial y artístico. En la mayoría de los casos, en los centros históricos de las ciudades donde se implantan, mezclando lo antiguo con lo moderno con un arte exquisito. Y mi Eléah se merece lo mejor: ¡una concha de gran belleza para albergar una perla sumamente valiosa! El Apartahotel Mercer Bòria, situado en pleno centro de la capital catalana, en el barrio de mercaderes medievales es el que me parece el más apropiado para nuestra pequeña escapada romántica.
Lo he estado mirando en Internet, ¡y es verdaderamente impresionante! Se trata de un edificio de gran valor arquitectónico con mucho carácter y siglos de historia. Además, al estar ubicado en una zona muy bonita y cosmopolita, en los barrios más antiguos de Barcelona, me parece sumamente interesante. Ello nos permitirá sentir en lo más hondo el suave latido de la zona más cosmopolita y bella de la ciudad. Con ello, se encuentra a pocos pasos del barrio de El Born, que alberga edificios tan significativos y exclusivos como la iglesia de Santa María del Mar, o el Museo Pica. Llamé para reservar. Opté por una suite. La ocasión lo requería… ¡Seguro que le encantaría! Cuando le dije a Eléah que preparara las maletas para pasar un fin de semana digno de un cuento de hadas, me miró primero sorprendida pero sus ojos se iluminaron enseguida. “Es tu regalo de cumpleaños”, le susurré con amor.
Cuando llegamos al hotel, nos quedamos mirando impresionados el precioso edificio. Al verlo en Internet, me había parecido ya extraordinario, pero de visu ¡lo era todavía más! Nos quedamos subyugados… No por nada había sido galardonado y figuraba el segundo en los premios Travellers’Choice Hoteles, concedidos por la web de viajes TripAdvisor en base a miles de comentarios y opiniones de los viajeros y usuarios. Nos dieron la llave y nos dirigieron hacia la suite donde nos esperaba un detalle de lo más bonito: una botella de champán Dom Pérignon, unas sabrosas fresas y otras delicias. Bueno, un trato exclusivo y personalizado de una máxima profesionalidad.
Y allí, en aquel lugar de ensueño, a las doce en punto de la noche, en el Hotel Mercer Bòria de Barcelona, le pedí matrimonio a Eléah entregándole el anillo de compromiso. Emocionada, me contestó que sí… ¡Era el hombre más afortunado del mundo!