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Procuradores en los tribunales

A día de hoy, es complicado ser emprendedor y no volverse loco con la cantidad de cuestiones a las que hay que hacer frente como tal, sobre todo en lo que respecta a aquellos asuntos que están ligados a una u otra administración pública. En España tenemos una manía que no termina de ser sana para las empresas y que no es otra que la de enredar cualquier proceso en una intensa y engorrosa burocracia. En lo que tiene que ver con nuestra Justicia y tribunales, desde luego, la situación es la misma.

Parece lógico que, por tanto, las empresas cuenten con un buen abogado para cualquier tipo de litigio que se pueda llegar a presentar. Pero, a veces, un abogado no es suficiente para cubrir todos los servicios jurídicos que necesitemos. En ocasiones, desde luego, aparece la figura del procurador, que es a la que vamos a dedicar los párrafos que siguen a continuación y que, en efecto, ha venido ganando mucho terreno de un tiempo a esta parte no solo en lo que tiene que ver con España, sino también en el resto de países que componen la Unión Europea.

Según Wikipedia, un procurador de los tribunales es una figura que se dedica a representar a un cliente, ya sea este una persona física o una empresa, en un proceso judicial. Es la figura que se encarga de todo lo relativo a la burocracia del proceso, la figura que se encarga de todo lo que tenga que ver con las notificaciones que se reciben del juzgado o de los escritos que se presentan en el mismo. Ni que decir tiene que esa actividad, en caso de no contar con esa figura, requeriría una gran cantidad de tiempo por parte del emprendedor, que se vería sin horas suficientes en el día para dedicarse a la actividad a la que se debe su negocio.

¿Cuál es la diferencia, por tanto, entre un abogado y un procurador? Esa es la razón principal por la cual el portal web reclamador.es publicó el artículo que os acabamos de enlazar. En él, se establece que el procurador se limita a representar a su cliente, mientras que es el abogado el que le asesora y le defiende. Es muy importante comprender que las dos funciones son incompatibles entre sí y que la mejor manera de tener controlado todo el proceso es apostando por los dos profesionales.

Disponer de un procurador de los tribunales es una de las maneras más eficaces que han encontrado las empresas para apostar por reducir la carga de trabajo de la que disponen sus dirigentes en lo que respecta a un proceso judicial. Ese es el motivo por el que ha crecido el número de empresas que han depositado su confianza en figuras de este tipo. Según los datos que nos han sido facilitados por parte de los profesionales de Procuradores de Burgos, se ha multiplicado por tres ese número de entidades que ya cuenta con una figura de la que estamos hablando.

Una apuesta que termina notándose en la productividad de la empresa

Está claro que si un emprendedor cuenta con el tiempo suficiente para dedicarse a la actividad a la que se dedica su empresa y no deja escapar demasiado tiempo en asuntos burocráticos, la productividad de su entidad se dispara de una manera tremenda. Eso es lo que ha venido ocurriendo entre las empresas que han apostado por un procurador en los últimos tiempos, que han visto cómo mejora la productividad de sus empleados y, por ende, cómo se dispara la rentabilidad del negocio.

Esta ha sido una de las claves para que una buena nómina de entidades haya sido capaz de recuperar su nivel de actividad al que existía antes de la pandemia. Recuperar esa eficiencia era una de las grandes necesidades de las entidades para que volviera la normalidad a todo aquello que está ligado a sus beneficios y, para ello, solo hemos tenido que liberarnos en la medida de lo posible de aquellas cuestiones burocráticas que son verdaderas máquinas de hacer perder el tiempo a los empleados, empleadas y dirigentes de cualquier tipo de negocio en España.

Nos encontramos en un momento que ha sido crítico para las empresas como consecuencia de la llegada de la crisis económica provocada por el coronavirus y que ya se ha llevado por delante muchos negocios y muchas ilusiones. Es idóneo que las empresas tengan la capacidad de externalizar todos los asuntos ligados a la burocracia planteada por las administraciones públicas para que todo su personal emplee todo su tiempo de trabajo a la actividad por la cual la empresa obtiene su beneficio y, por tanto, el elixir de su vida. Para conseguir lo que os acabamos de transmitir, un procurador en los tribunales siempre será la mejor de las elecciones.

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