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Estrategias útiles para promocionar tu marca de aceite de oliva

Todo negocio necesita de estrategias de marketing que le permitan promocionarse de forma eficiente en su mercado y lograr aumentar sus ventas. En este caso, hemos elaborado un artículo para presentarle al emprendedor de la industria del aceite de oliva estrategias útiles que puedan servirle para impulsar su negocio. Sigue leyendo.

¿Cómo impulsar tu marca de aceite de oliva?

Tenemos que comenzar por decir que al querer promocionar e impulsar las ventas del aceite de oliva, las empresas más bien comenten el error de pensar que la mejor estrategia es bajar los precios para ser más competitivos en el mercado, pero podría ser un arma de doble filo.

Este recurso puede ser efectivo si nuestro producto es exactamente igual al de nuestra competencia y por lo tanto, la única diferencia que haría que un consumidor elija entre una marca u otra es solamente la del precio.

El problema es que en el caso del aceite de oliva, estamos hablando de un producto  natural, uno que es único en cada temporada, por lo que cada producto ofertado será diferente en sabor y calidad y entonces, la decisión también se basa en el valor que ofrece el producto.

Por ende, la conclusión es que no solo podemos apelar por un bajón en el precio, sino que tenemos que aprender a aplicar otras estrategias de promoción. A continuación, algunos consejos clave, que aunque son muy sencillos, de seguro te ayudarán a potenciar tu negocio.

Encuentra a tu cliente ideal

Como siempre, la primera estrategia de nuestro plan de marketing tiene que ser conocer y delimitar quien es nuestro publico ideal, aunque podamos pensar que el aceite de oliva es un bien de consumo en general y que podría apuntar a que cualquier persona del mundo quiera comprarlo.

Sucede que aunque esto es verdad, lo mejor es siempre tener un segmento de mercado delimitado en el cual enfocar nuestras estrategias de marketing, de esta forma podemos elaborar la publicidad y las ofertas que puedan encajar mejor con ese segmento, ya que es imposible gustarle a todo el mundo.

Igualmente, por muy pequeño que pueda ser ese segmento dispuesto a pagar por nosotros en el presente, podemos irnos expandiendo y captado segmentos más grandes

Crea una marca

Cuando hablamos de crear una marca, nos referimos a todo el conjunto de elementos de diseño y marketing completo, desde el logotipo, hasta la historia que cuentas.

El logotipo debe expresar en el nombre, las formas, el color y en la imagen gráfica lo que queremos transmitir; mensaje que además, debe ser adecuado para hacer que nuestro publico target se identifique.

No obstante, además del logo tipo, están otros elementos, como la historia de nuestra marca, nuestros valores y nuestra personalidad, la forma en la que le vamos a hablar a nuestro publico a través de nuestros distintos canales de comunicación, incluso hasta nuestro packaging debe estar en concordancia para transmitir el mensaje que atrapará a nuestra audiencia, que haga que se identifique con nosotros , se fidelice y logremos la tan anhelada decisión de compra.

Vende experiencias y no litros de aceite

Hoy en día los consumidores no solo buscan hacerse con el producto que necesitan o desea, buscan una experiencia completa de compra, que los satisfaga de principio a fin.

Hoy en día lo consumidores quieren comprar en marcas que transmitan valores con los que se sientan identificados, que ofrezcan productos que les hagan sentir únicos y especiales, con canales de comunicación, compra y pago sencillos, intuitivos y seguros, y recibir su compra en los tiempos marcados, en perfectas condiciones y mejor si es en un packaging que le de valor a ese paso final de la experiencia.

Por esto, debemos diferenciarnos de nuestra competencia ofreciendo eso que nos hace únicos en el mercado y cuidado a nuestros compradores desde el momento uno en el que posan sus ojos sobre nuestro logo preguntándose quiénes somos.

Por ejemplo, en el caso del aceite de oliva, podemos destacar de acuerdo a la forma de recoger las olivas, la forma artesanal de producir el aceite, la antigüedad de nuestra almazara… la historias gustan a los consumidores.

También se puede apostar por hacer sentir al consumidor que cuando consume nuestro aceite su salud mejorará o se sentirá en un idílico paisaje de olivos, disfrutando de un precioso atardecer y otras emociones que le den un valor agregado a la compra. Claro, sin mentir, sino más bien ensalzando nuestros mejores tributos y sabiendo como vender nuestras cualidades.

En fin, todos aquellos elementos que contribuyan a acompañar a nuestro logotipo y nuestra historia a ofrecer una experiencia que haga que nuestros compradores perciban nuestro aceite de una forma que les haga sentir apegados a el desde u vinculo emocional y que les haga preferirnos sobre la competencia.

Catas de aceite de oliva y otras experiencias

Igualmente, el equipo del Centro de Interpretación Olivar y Aceite, un centro donde comprar aceite de oliva virgen extra de Jaén, nos recuerdan que  hay ciertas actividades relacionadas con nuestros sector que pueden ser unas buenas herramientas para promocionar nuestro producto de una forma diferente y desapercibida.

Por ejemplo, está la opción de aprovechar el turismo basado en el aceite de oliva que existe en nuestro país, debido a lo famoso que es este producto en nuestra región, y a las diferentes actividades que se desarrollan a su alrededor, como por ejemplo, la cata del aceite de oliva.

Así, esta es una excelente idea de marketing, porque por un lado se puede promocionar el producto con el que se hace la cata  y por el otro se disfruta de una experiencia sensorial en la que se conocen las características del producto, su elaboración y se degusta su delicioso sabor. No obstante, no es una experiencia para cualquiera; y es que aunque está abierta para públicos de todas las edades, si es verdad que para su completo aprovechamiento se necesita que el participante tenga ciertos conocimientos.

El participante solo podrá sacar el máximo provecho si conoce la diferencia ente los aceites y puede hacer la valoración correcta.

Por ejemplo, existen variedad de tipos de aceite: el aceite de oliva, que es el que se suele encontrar en los supermercados, su origen es comercial y se creó para dar salida a los aceites vírgenes que no son aptos para el consumo sometiéndolos a un proceso industrial que los regenere y ofrecer al consumidor que así lo prefiera un tipo de aceite con sabor, olor y color estandarizados. Pero también están los extra vírgenes, vírgenes, lampantes y refinados.

Así, existen dos tipos de valoraciones para todos ellos:

  • Valoraciones analíticas, realizadas en el laboratorio (acidez, índice de peróxidos, coeficiente de absorción de la luz ultravioleta, etcétera).
  • Valoraciones organolépticas, realizadas por los catadores especializados.

Los resultados de calidad de las mismas: calidad nutricional, comercial, culinaria, acidez, etc., se obtiene dependiendo no de las características vistas de forma objetiva y por separado, sino que  tomando en cuenta el uso que se le quiera dar a dicho aceite. Por eso, en el segundo tipo de valoración, que es en donde se puede caer en los subjetivo, se tiene que seguir ciertos parámetros de cata y luego hacer una media entre las valoraciones emitidas por todos los paleadores.

No obstante, aunque todo suena muy analítico, no podemos olvidarnos de la parte que importa para el consumidor, la experiencia de la degustación.

Del otro lado de la estrategia comercial, del lado del público, estos disfrutarán de ir a conocer el proceso de producción del aceite, se empaparán con información aportada por expertos y luego degustarán diferentes productos en un momento extrasensorial en el que intervienen el sentido del gusto y el olfato. Así, teniendo la oportunidad de llevarse muestras del producto de su preferencia directo de la fábrica.

En dicha experiencia sensorial podrán percibir aromas que van desde olores florales, hasta  frutas y hierba. Luego, una vez en nuestras bocas, podemos entrar en contacto con la textura, aterciopelada y elegante, que a su vez desprenderás nuevos sabores y aromas diferentes a los que habíamos percibido en un principio.

Finalmente, en su recorrido por la cavidad bucal nos encontraremos con sabores agradables, como almendras y otros frutos secos, tomate o plátano, apareciendo al llegar a la garganta los amargos y los picantes.

No obstante, esta estrategia es de cuidar, ya que no siempre todo va a salir de maravillas. Como en toda cata, puede pasar que aparezca en escena algún olor o sabor desagradable, como por ejemplo, uno muy intenso. Incluso, cuando se trata de aceites muy viejos puede aparecer un sabor a rancio, producido por compuestos generados por una oxidación excesiva del aceite de oliva. Así, en estos casos nuestro aceite, más allá de ser considero una exquisitez para su consumo, será descartado  como un lampante.

Así, en conclusión después de leer todas estas estrategias, podemos ver que si las desarrollamos y las integramos bien en un plan de negocio diseñado con cabeza  pueden ayudarnos a potenciar nuestra marca consiguiendo incrementar los ingresos e incluso manteniendo el mismo volumen de ventas.

 

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