Gozar de una buena salud es una máxima elemental para todo aquel que desee iniciar un nuevo negocio. Las posibilidades de éxito solo existen para todos aquellos que no sufren problemas de salud, personas que no necesiten abandonar el centro de trabajo de manera reiterada para tratarse. Para mantener vivo un negocio hay que tener pocas cosas más que ésta en la cabeza, y cuando se tienen problemas de salud éstos monopolizan nuestros pensamientos.
Los problemas de audición son de los más molestos que debemos soportar. Es muy difÃcil dirigir un negocio sin conseguir estar al cien por cien. Nos encontramos incómodos. No prestamos atención. Dejamos escapar detalles importantes. Y eso, tratándose del dirigente de un negocio, puede significar una importante pérdida de dinero.
En la actualidad regento un negocio dedicado a la producción de embutidos en mi municipio natal. Se trata de una actividad que me roba todo el tiempo de mi dÃa y que me exige que lo dé absolutamente todo de mÃ. Pero en ocasiones eso me ha resultado totalmente imposible. De hecho, padecà problemas bastante graves que me obligaron a empezar a realizar mis funciones como director de la empresa unos dÃas más tarde.
Esos problemas tenÃan que ver con mi audición. Cada dÃa que pasaba sufrÃa una pérdida auditiva mayor. No me encontraba a gusto en mi trabajo. Eran tiempos en los que la empresa se encontraba en sus inicios y apenas me encontraba en condiciones de afrontar todas las obligaciones a las que estaba sujeto. La precaución por mi estado de salud echaba más leña a la preocupación que ya estaba instalada en mi mente acerca de todo lo referente al negocio.
Desde mi familia no paraban de recomendarme que acudiera a visitar a los mejores profesionales para conseguir el mejor tratamiento. Realmente lo necesitaba. Estaba empezando a dejar de escuchar muchas de las conversaciones que sucedÃan a mi alrededor, y eso como es evidente tenÃa un efecto negativo sobre mi vida. Por eso empecé a buscar información acerca de centros en los que pudieran proporcionarme ayuda y di con GAES.
Fue allà donde me hicieron unas pruebas para constatar cuál era mi estado. Los resultados evidenciaron que, efectivamente, padecÃa problemas graves que requerÃan de una reparación inmediata. Pregunté qué podrÃa hacer para seguir adelante con mi vida y con mi negocio y la solución que me proporcionaron fue la de colocarme un audÃfono. Desde GAES me aseguraban que con este aparato mi rutina volverÃa a ser completamente normal, pero que durante el periodo de adaptación se sentirÃa, de manera inevitable, algo extrañado.
Mi impagable salvación
Es cierto que durante los primeros dÃas me encontraba raro. A pesar de que habÃa recuperado una buena parte de los sonidos que se producÃan en mi entorno, la sensación de tener un aparato en mi oÃdo era algo a lo que no estaba acostumbrado. Sin embargo, esto duró apenas unos dÃas. Después de ese periodo de adaptación, empecé a olvidarme de que llevaba puesto un audÃfono. Todo parecÃa estar volviendo a ser como lo era antes.
Recuperar la audición me permitió volver a estar presto para el trabajo. Conseguà devolver toda mi fuerza a mi intención de que la empresa, que recuerdo que era de reciente creación, consiguiera colocarse en el mercado lo antes posible para captar clientes y ser rentable. Me sentÃa animado y con muchas ganas de cumplir mis objetivos, cosa que durante el periodo de pérdida de audición habÃa olvidado por completo.
La pasión dio sus frutos y, en menos de medio año, habÃa convertido al negocio en uno de los más rentables del sector. Mi vida volvÃa a ser normal, no tenÃa ningún tipo de problemas con el audÃfono y todo el mundo me seguÃa tratando de la misma manera a como lo habÃa hecho siempre. En otras palabras: mi felicidad era plena. Dar con los profesionales adecuados fue clave para dar carpetazo a mis problemas y centrarme en una actividad que me da el dinero necesario para vivir.