Hoy vamos a hablar de limpieza. De limpieza y desinfección, porque todos sabemos que hay sectores como la hostelería, la automoción, o la industria entre otros que necesitan productos especiales de limpieza y hoy vamos a dedicarles a ellos este post. Para empezar os diré que no resulta nada fácil acceder a buenos productos sin dejarte una pasta en ellos porque con eso de que son especiales o “para profesionales” suelen encarecerse notablemente. Una buena empresa es Deterín donde podéis encontrar en su sección de venta de detergentes muy buenos productos de limpieza.
Deterín es una empresa que me gusta mucho dentro de lo que es la fabricación de materiales de limpieza porque tiene productos específicos para cada sector. Por ejemplo, tiene una línea para hostelería, otra para automoción, industria y una línea ecológica que respeta el medio ambiente. Algo que nos viene muy bien actualmente y deberíamos haber hecho desde hace años.
Yo he probado sus productos en más de una ocasión y aunque no me dedico a ninguno de los sectores antes mencionados he de decir que funcionan muy bien y su precio no es muy elevado.
Otra opción es contratar una empresa de servicios de limpieza. En ese caso os recomendaría Eurobrill porque son muy profesionales pero personalmente soy de las que piensa que sale más a cuenta contratar tu propio personal de limpieza porque siempre harán un trabajo más concienzudo y se especializarán, poco a poco, en TÚ EMPRESA, y no en la limpieza en general.
Hay algo que también tenemos que tener en cuenta en todo esto y es que los productos de limpieza requieren que sean utilizados de cierta manera concreta. A ver si me entendéis lo que quiero decir ¿a cuantas personas conocéis que hayan tenido accidentes al mezclar indebidamente productos? Porque yo sé unas cuantas. Mi tía de Cartagena, sin ir más lejos, no recuerdo exactamente si mezcló lejía con amoniaco o con qué, pero lo que sí recuerdo es que fue lejía uno de los productos en cuestión, y salió una bocanada de humo que aspiró porque no tuvo tiempo de apartarse. Conclusión: se quemó la laringe, la faringe y el esófago al respirar los productos químicos en combustión. Gracias a los dioses actualmente está de maravilla y aquello quedó en un susto pero ¿os imagináis que eso mismo pasara en vuestra empresa con productos de limpieza el triple o el cuádruple de potentes? Sería una desgracia y podría pasar perfectamente porque mi tía no es que sea tonta, es que se despistó. Por eso necesitamos contratar profesionales y no a alguien que diga que sabe limpiar sin más, porque debe tener una base, unos mínimos de conocimientos o, de lo contrario, podemos tener problemas y esa persona un accidente más o menos grave que puede costarle su salud.
A mí, como emprendedora, me gusta cuidarme las espaldas y me da mucho miedo que por una metedura de pata estúpida mi empresa pueda verse afectada de alguna manera, así que prefiero pagar un poco más y saber a quién contrato y qué va a hacer antes que ahorrarme unos euros y que me hagan cualquier trabajo de la manera porque puede que esa persona a la que llame sea buenísima, pero la realidad es que no lo sé, y si detrás de dicha contratación hay una empresa de confianza y profesional se harán responsables de lo que ocurra, de lo contrario, no lo sé.
