Las empresas constituyen el motor de una economía. Eso es algo que nos llevan diciendo desde que somos pequeños y que hemos podido comprobar año tras año. Es evidente que son las entidades que otorgan cierta calidad de vida a la gente porque son las que requieren de trabajadores y las que, por tanto, otorgan los salarios a estas personas. Lógicamente, la realidad en la que nos movemos nos obliga a que en nuestras sociedades haya empresas, a que haya sector privado. Un país no puede depender de manera exclusiva del sector público. Ni es sano ni es inteligente.
Hay diferentes tipos de empresas: unas, las que todo el mundo conoce y que son referentes en su sector, no precisan de ninguna ayuda puesto que generan tanto dinero que son capaces de valerse por sí mismas al 100%. Otras, sin embargo, son pequeñas y requieren de un cuidado excepcional por parte de sus dirigentes y también de un cariño especial por parte de las instituciones públicas. Si tuvierais que establecer cuál de estos dos grupos de empresas es más importante, ¿cuál creeríais que sería en términos nacionales? Quizá la respuesta os sorprenda.
Y os sorprendería porque, en efecto, son las pequeñas y medianas empresas, las conocidas como pymes, las que generan una mayor cantidad de empleos en un país como lo es el nuestro. Una noticia que fue publicada en el portal web de Diario 16 así lo confirmaba: las pymes son el motor de la economía de este país. Y es que su número (cercano a los 3 millones) ya habla por sí solo. Además, este tipo de entidades tiene varios puntos fuertes según indica esta noticia: una adaptación más grande al cambio, una producción que, por lo general, es más eficiente, un vínculo mucho más cercano y emocional que en las grandes empresas y una mayor creatividad y comunicación.
Pero es que os vamos a proporcionar otra serie de datos que os van a terminar de confirmar todo lo que venimos comentando hasta ahora. España, según el portal web Cepyme News, es uno de los países más dependiente de las pymes en toda Europa puesto que el 99’98% de las empresas son de este calibre, generando entre todas el 74% del empleo que existe en todo el país. La verdad es que esto es de una importancia tremenda y deja claro que, sin este tipo de entidades, sería completamente imposible que la economía española saliese adelante.
Las pequeñas empresas necesitan apoyos de todo tipo para intentar salvaguardar su actividad. Está claro que esta clase de empresas no dispone de la posibilidad de contar con profesionales en plantilla que permitan cubrir sus necesidades en materia de consultoría estratégica, algo que es vital para establecer las bases de futuro de la entidad. Los profesionales de una entidad como lo es Action Projet, una consultoría estratégica, nos han comentado que cada día son más las pymes que conforman su cartera de clientes con el objetivo de que alguien les preste esa ayuda tan necesaria y ese apoyo para tratar de dar respuesta a todas sus necesidades.
Sin emprendedores, no hay tejido empresarial
Los emprendedores de pequeñas empresas prestan un servicio para la sociedad que no está pagado. Juegan un papel que podemos considerar, sin miedo a equivocarnos, imprescindible. Y es que, sin ellos, la economía de un país como el nuestro no sería importante en el panorama europeo ni mucho menos. Por eso, los gobiernos de diferentes colores políticos han intentado poner toda la carne en el asador para apoyarles. Todos saben lo importante que es su labor en los momentos en los que nos encontramos.
Es evidente que, en los momentos en los que nos encontramos, es de vital importancia ayudar en la medida de lo posible a los pequeños empresarios. No cabe la menor duda de que hay que promover más que nunca asuntos como el comercio local para que todas esas entidades salgan adelante en un momento más delicado que nunca. Si somos capaces de revertir una situación como en la que nos encontramos, estará claro que seremos capaces de combatir cualquier otra dificultad que el futuro nos tenga reservada.
Esa ayuda de la que hablamos va más allá de todo lo que tiene que ver con incentivar el consumo en lo que respecta a esas entidades. Está claro que eso es necesario para paliar dos o tres meses sin beneficios, pero también es importante que haya personas y empresas que generen otro tipo de beneficios y ventajas para las pymes, como lo son la reducción de la carga de la burocracia asociada a las mismas o la tramitación de cualquier tipo de asunto que le quite tiempo a los pequeños emprendedores que, hoy más que nunca, tienen que ponerse en primera línea para salvar a sus negocios.