Los emprendedores solemos tener muchos quebraderos de cabeza, no es fácil poner en marcha un negocio y existen muchos factores a tener en cuenta como es lógico. Si realizas una actividad donde necesitas más trabajadores puede que se te presente algún problema inesperado que deberás atajar para que el ambiente laboral en tu trabajo sea el óptimo y tengas a unos trabajadores que realicen su labor de la mejor forma y cómodos.
Muchas veces uno no se da cuenta de los fallos hasta que la situación se desborda. En mi caso particular tengo un taller de automóviles, 6 trabajadores y de ellos uno, que era el que tenía más experiencia como encargado del taller, ya que tengo además otro negocio en la otra punta de Madrid. De estos 6 trabajadores, Mónica es la administrativa del taller y la que se encarga, por tanto, del papeleo.
En las varias entrevistas que tuve para seleccionar personal, ella me pareció una persona seria y en la que podría confiar con los ojos cerrados. Todo comenzó de manera normal y estaba muy contenta, además realizaba su trabajo de manera impecable. A partir de verano empecé a notar un cambio en su carácter, sonreía menos y me daba cuenta que algo le podía estar pasando.
Un viernes tarde me la encontré en un supermercado cerca del taller, la típica superficie para hacer una compra rápida, le dije si podíamos tomar un café y me dijo que tenía prisa, al ver mi insistencia finalmente aceptó.
No dudé en preguntarle que había visto que actuaba de manera diferente en las últimas semanas y tras negarlo, me confesó que el encargado la acosaba laboralmente y tenía ansiedad y un nerviosismo tremendo cada día que se levantaba para venir a trabajar.
Me quedé helado y me enseñó que había incluso buscado en Internet asesoramiento en http://acosolaboral.com.es/ para intentar buscar una solución al tema. Como podréis imaginar no salía de mi asombro. Malas contestaciones y actitudes vejatorias con una empleada que para mí merecía toda la credibilidad.
Procedí a solicitar los servicios de un detective privado para curarme en salud y el resultado final de la investigación fue concluyente, existía ese acoso y las malas formas e incluso amenazas a la hora de mi encargado para con la administrativa eran evidentes.
Con esas pruebas les reuní y le dije al encargado que consideraba inaceptable su comportamiento y que o se marchaba o le echaba yo. Mi trabajadora no dudó en denunciarle y terminó ganando el juicio.
La verdad que fue muy triste ver algo así en mi negocio y el resto de trabajadores me admitieron que no les gustaba el encargado un pelo, pero que aguantaron por si cambiaba o si me daba cuenta. En estos tiempos donde el trabajo está tan mal, a veces los trabajadores pueden llegar a aguantar carros y carretas con tal de mantener su puesto de trabajo y ellos tenían miedo a perderlo si hablaban.
Consejo
Mi consejo es que intentéis en la medida de lo posible estar cerca de vuestros trabajadores y que tengan confianza en vosotros, por el bien de todos, luego ocurren cosas como estas y uno se queda consternado.