Para nadie es un secreto que los problemas ambientales son gravísimos y que, si no se toman acciones realmente contundentes, los resultados pueden ser catastróficos en muy poco tiempo. En este particular, es importante que entendamos que como individuos tenemos una responsabilidad que asumir y que los cambios que podamos hacer a nivel personal, ayudan. Pero no podemos olvidar que mucha de la contaminación, proviene de las grandes empresas.
La responsabilidad ambiental en este punto es una actitud que tenemos que asumir como una forma de vida, tanto a nivel micro como a nivel macro, pues de nada sirve que de forma individual se hagan cambios, si no se dan cambios a nivel general. Estos cambios deben ser propuestos y regulados por los gobiernos del mundo, y si bien han reconocido la problemática y se han dado algunos pasos en la dirección correcta, se necesita más celeridad en la toma de acciones.
Una industria que está buscando desde hace unos años ser más amigable con el medio ambiente, creando nuevas opciones y procedimientos menos contaminantes, es la textil. Cuando hablamos del mundo textil, tenemos que tomar en cuenta un aspecto fundamental, y es que no solamente se utilizan los textiles para la ropa que utilizamos los seres humanos, sino que es una industria que funciona de forma transversal, pues esta está involucrada en los procesos de muchos rubros, que no necesariamente van de la mano de la ropa y la moda.
Entendiendo esto y la necesidad de crear una industria textil más enfocada en el cuidado del medio ambiente, hemos contactado con los especialistas de Rioma, quienes cuentan con una amplia experiencia de más de 20 años, buscando y ejecutando nuevos proyectos que garanticen no solo la sostenibilidad de sus productos, sino también creando proyectos internacionales que tengan como finalidad el desarrollo de las comunidades rurales y la ética de trabajo bajo la premisa del cuidado ambiental y derechos humanos. Con este amplio conocimiento del área, son los más indicados para resolver nuestras dudas en relación a qué acciones se pueden tomar y cómo de forma individual, podemos colaborar a tener una industria textil más amigable con el medio ambiente.
El desafío de la industria textil
Si bien es cierto que existe una necesidad de replantearnos todos los procesos industriales de manera que se genere el menor impacto ambiental, también lo es que para poder crear un sistema completamente nuevo y que a su vez sea beneficioso, las grandes empresas y los gobiernos del mundo deben trabajar de la mano en acuerdos que tengan como punto central responsabilidad y ética ecológica.
Asumir que los cambios de la industria textil son los únicos que deben ser atendidos, es no pensar en un panorama general, ya que no son ellos los únicos culpables de la contaminación, por ello es tan importante que se trabaje en pro de conseguir cambios de una forma transversal, y que estas nuevas políticas afecten a toda la industria, sin importar cuál sea su rubro de acción.
Si nos enfocamos en la industria textil hay dos grandes desafíos a nivel macro que deben tomarse en cuenta, estos son:
- Pensar desde una perspectiva socioeconómica:
Este punto es fundamental y retomamos lo que hemos ya mencionado antes sobre la necesidad de un compromiso entre industrias y gobiernos del mundo, pues lo que se debe buscar es que no solo se tome en cuenta las ganancias económicas, sino los beneficios que la producción industrial trae consigo, si se trabaja de una forma que ayude al desarrollo positivo de la sociedad.
Teniendo esto en mente, los cambios legislativos y de procedimientos a lo largo de la producción deben apuntar a mejorar las condiciones de trabajo, tanto en aquellos que laboran desde el campo, como los que están en la fábrica. Estos cambios también deben afectar positivamente a los trabajadores de las cadenas de transporte, distribuidores y vendedores de tienda.
La finalidad de esto es crear un cambio a nivel macro partiendo de una filosofía mucho más humana y ecológica, que ayude a que no solamente la industria se vea obligada a generar cambios positivos a nivel ambiental, sino que esta forma de producción afecte también al consumidor, de forma que este compre pensando a largo plazo y tomando en cuenta el aspecto ambiental.
- Actuar tomando en cuenta una perspectiva medioambiental:
En este punto, es importante que recordemos que el objetivo debe ser trabajar en reducir al mínimo cualquier efecto medioambiental indeseable al ciclo de vida del producto textil a través de varias medidas como:
- Trabajar en que la industria se enfoque en asegurar la eficiencia y cuidado de los recursos como el agua, ecosistemas naturales, energía, suelos, flora y fauna, en su proceso de creación de los distintos tipos de tejidos.
- Elegir el uso mayoritario de energía renovable para cada etapa de la producción.
- Mirar al futuro pensando en que las piezas puedan ser tratadas para su reparación, reutilización y reciclaje.
Si bien estos dos puntos son fundamentales, se enfocan en la industria y en las acciones gubernamentales que deben tomarse. Pero otro gran desafío que tiene la industria textil es ser un generador de cambio en la forma de pensar del consumidor. En el apartado anterior lo mencionamos y creemos que es fundamental que la industria se aleje de lo que se ha llamado como Moda Rápida o Fast Fashion, pues mientras este modelo sea el reinante, será mucho más complicado cambiar la mentalidad del comprador, pues no encuentra en el mercado piezas que sean verdaderamente duraderas, de alta calidad y que le permitan invertir su dinero a largo plazo, en lo que se refiere a vestimenta.
¿Qué es la moda sostenible?
Ya hemos hablado que la industria textil no sólo tiene que ver con la ropa que utilizamos; teniendo en mente esto, es importante que entendamos que si bien es cierto la moda solo es una parte de la producción de textiles, esta es la que más está en contacto con las personas. La moda rápida o fast fashion es una tendencia que se busca detener, y es allí donde entra la Moda Sostenible.
Podemos definirla como una alternativa ambientalmente amigable, ya que se basa en el cuidado medioambiental, el respeto de los trabajadoras y trabajadoras de la industria textil, así como también la protección de la salud de los compradores, ya que sus piezas son elaboradas con materiales naturales que no han sido intervenidos con componentes tóxicos.
En sí, la finalidad de esta tendencia es hacer del mundo de la moda uno que sea verdaderamente compatible con el cuidado del medio ambiente, con darle al trabajador el valor que se merece y apostar en cambios que generen mejores posibilidades económicas y, por ende, mejor justicia social, lo que tendría como resultado, una producción y consumo que sea sostenible.
La realidad es que desde hace unos años se considera la moda sostenible como una alternativa innovadora, pues es evidente que el impacto ambiental que deja la industria textil no es positivo. De allí parte la necesidad no solo de que los gobiernos del mundo tomen acciones verdaderamente positivas para disminuir el maltrato ambiental y a su vez impulsar cambios sociales, sino que también es fundamental educar al consumidor en la necesidad de cambiar sus patrones de compra y hacerle entender que una manera de ayudar al medio ambiente, es adquirir piezas de ropa que sean duraderas y que provengan de proveedores que cuiden que cada paso de su producción, sea el menos dañino posible.
Principios de la moda sostenible
Si bien ya hemos hablado sobre la moda sostenible y sobre la necesidad de dejar atrás la moda rápida, es importante que podamos resumir cuales son los principios de la moda sostenible, pues de esta manera es más sencillo para el consumidor entender los beneficios de ella y así poder gradualmente ir cambiando sus patrones de compra; estos son:
- Cuidar los recursos naturales necesarios para el diseño y producción de las piezas durante todo el proceso de fabricación.
- Utilizar materiales que puedan ser reciclados durante el proceso de fabricación.
- Cuidar de la contaminación en el entorno donde se ubican las fábricas textiles
- Trabajar en pro de crear buenas condiciones laborales para los empleados, respetando no solo el aspecto económico, sino considerando la salud como eje primordial.
- Enfocar los esfuerzos en impulsar el desarrollo social y económico de las localidades donde operan los negocios y fábricas textiles.
- Respetar y valorar por encima de todo los Derechos Humanos de sus trabajadores
Pensar en sostenibilidad no debe limitarse solamente al mundo textil, pues es evidente que si como seres humanos, desde lo individual hasta lo colectivo, no tomamos acciones contundentes, las consecuencias ambientales serán cada día mayores y tendremos menos posibilidades de corregir, o por lo menos minimizar los daños que hemos cometido a lo largo de la historia. Por ello es importante comprometernos como individuos a generar un cambio personal y una forma de empezar es siendo consciente de la importancia que tiene comprar pensando en la calidad de la pieza y la durabilidad que tenga, pues es preferible hacer un gasto por una prenda que nos pueda durar 5 años, a comprar una que en 6 meses deberemos desechar.