Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Tipos de envases de alimentación

Estos son los tipos de envases para alimentación.

El envasado es uno de los aspectos más importantes en la distribución de alimentos. Permite conservar el producto en perfecto estado durante todo el transporte y distribución, y favorece su comercialización. Te comentamos los diferentes tipos de envase que se utilizan en la industria alimentaria y algunas cuestiones que te interesa conocer.

Hasta no hace demasiado tiempo, la mayor parte de los alimentos frescos se transportaban, almacenaban y hasta se vendían a granel. El uso del envasado ha sido un paso decisivo en la industria alimentaria. Ha prolongado la vida útil de los productos y ha mejorado su calidad.

Los productos frescos envasados están protegidos frente a la agresión ambiental: luz solar, viento, humedad y ante los efectos de posibles plagas de insectos, roedores, bacterias, virus y microorganismos en general. Todo esto, sin valorar que se envasan en raciones adecuadas para el consumo, lo cual aumenta su atractivo.

El empleo masivo de los envases en la industria alimentaria ha generado un nuevo problema. El impacto medioambiental. Más de 2/3 de los residuos que generamos habitualmente son envases. Con su correspondiente repercusión sobre el medioambiente.

Este es precisamente uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la industria alimentaria. Reducir el impacto que este avance para la humanidad genera sobre la salud del planeta.

Para ello, la Unión Europea y los ministerios de Industria, de consumo y de alimentación, así como las comunidades autónomas, promulgan una serie de medidas para hacer que el envasado de productos sea cada vez menos nocivo para el planeta.

De esto y demás cosas hemos hablado con los técnicos de Envasef, una empresa de Valencia que lleva desde el 2010 comercializando líneas de envasado para la industria. Estos son algunos puntos que no han dicho que son importantes.

El envasado ecológico.

El respeto por el medioambiente en el envasado de alimentos está regulado en nuestro país por La Ley 7/2022 sobre Residuos y Suelos Contaminados, por el Real Decreto Ley 1055/2022 sobre Envases y Residuos y por la Circular Europea 2019/204 sobre Plásticos de un Solo Uso. Estas normas establecen estos requisitos para que el envase de los alimentos sean lo menos contaminante posible:

  1. Reducción del uso de plásticos de un solo uso. La Directiva Europea 2019/904 y la Ley de Residuos española prohíben ciertos plásticos de un solo uso y limitan otros. Se incentiva la sustitución de estos plásticos, por materiales reutilizables, reciclables o biodegradables.
  2. Incentivos para el reciclaje. Las normativas imponen objetivos de reciclaje para los fabricantes. Se exige que los envases contengan un porcentaje de material reciclado y que sean fácilmente reciclables, reduciendo así el impacto medioambiental.
  3. Fomento de la reutilización de envases. Desde el gobierno central y las comunidades autónomas se establecen políticas para que los envases se diseñen de manera que puedan ser reutilizados varias veces, como ocurre con botellas o envases de vidrio, promoviendo sistemas de reciclaje, entrega y retorno.
  4. Obligatoriedad del etiquetado ecológico. Los envases deben incluir en las etiquetas información clara sobre su posibilidad de reciclaje y clasificación de residuos, de modo que los consumidores sepan cómo desecharlos de una manera adecuada para facilitar su tratamiento posterior.
  5. Uso de materiales biodegradables. Del mismo modo, las autoridades fomentan el uso de envases fabricados con materiales biodegradables que se descomponen de manera natural, como bioclásticos o cartón compostable, lo que disminuye su impacto sobre la naturaleza.
  6. Reducción en la cantidad de materiales usados. En este sentido, las normativas impulsan a los fabricantes a optimizar el diseño de los envases para reducir la cantidad de material empleado en su fabricación. Es lo que conocemos como «envases ligeros», minimizando, de esta manera, el volumen de residuos generados.
  7. Prohibición de sustancias peligrosas. La normativa europea (Reglamento 1935/2004) y otras leyes prohíben el uso de sustancias peligrosas o tóxicas en los envases que puedan transferirse a los alimentos, protegiendo tanto la salud de los consumidores como el medio ambiente.
  8. Promoción de una economía circular. Las normas exigen que los envases se integren en un modelo de economía circular, donde los materiales se reutilicen al máximo, se reciclen eficientemente y se minimice la producción de residuos nuevos.
  9. Responsabilidad ampliada al productor. Los productores de envases son responsables de la gestión de los residuos que generan sus productos, lo que incluye financiar sistemas de reciclaje y recuperación, promoviendo una mayor implicación en la reducción del impacto medioambiental.
  10. Optimización del transporte y almacenamiento. Las leyes también promueven que los envases se diseñen para optimizar su transporte y almacenamiento, reduciendo el espacio necesario y, por tanto, disminuyendo la huella de carbono.

Tipos de envases.

Lógicamente, para cada tipo de alimento se emplea un tipo de envase determinado. No es lo mismo comercializar bebidas como el vino que distribuir leguminosas. El Instituto Tecnológico del Plástico señala que estos son los envases que más se utilizan en alimentación.

  • Bandejas. Son recipientes poco profundos que están en contacto directo con el alimento y permiten distribuirlo en raciones óptimas para su consumo. Estos envases pueden estar fabricados con plástico o con material espumoso. Son fácilmente apilables, por lo que resultan adecuados para su almacenaje. Ocupando poco espacio tanto en las cámaras del comerciante como en el frigorífico o congelador del consumidor. Se utilizan para alimentos frescos, congelados y prefabricados.
  • Bag in box. Este un tipo de envase que se utiliza para el transporte de líquidos. Consta de una bolsa plástica interior, cubierto en el exterior por un embalaje de cartón que lo protege de la luz solar y de la humedad. En ocasiones, el envase puede contener un grifo de plástico para facilitar su dosificación. Este sistema se emplea, por ejemplo, para la distribución de vino a granel.
  • Bolsas de un solo uso. En la actualidad muchos productos físicos como los snacks, las legumbres o los frutos secos se empaquetan en bolsas de un solo uso. La diferencia que encontramos hoy respecto a décadas pasadas es que un porcentaje de la composición del embalaje proviene de perlas de plástico reciclado.
  • Botellas. Las botellas siguen siendo el envase más utilizado para almacenar líquidos. Impiden que el producto se derrame y facilita su refrigeración. El material más apropiado es el vidrio. Sin embargo, su alto coste de producción hace que no sea el material más utilizado para determinados productos de gran consumo como el agua o los zumos. Que aún sigue usando el plástico.
  • Botes. Los botes de plástico son un sistema efectivo y sencillo para los fabricantes de envases. Su origen proviene de una manguera que se corta a medida para almacenar una cantidad determinada de producto. Lo bueno de estos envases es que son reutilizables y fáciles de reciclar.
  • Doy Pack. Son envases que están diseñados para mantenerse de pie, tanto llenos, como vacíos. Suelen tener una apertura en la parte superior con un tapón que facilita su dosificación. Los Tetrabriks, otro de los tipos de envase más usados en alimentación, son un híbrido entre los Doy Pack y los Bag in box.
  • Envases pelables. Son vasos o tarrinas que viene cubiertos por una tapa de film de apertura fácil. Este sistema protege al producto del ambiente exterior quedando perfectamente sellado. Es el sistema de envasado más utilizado para yogures y postres lácteos.
  • Garrafas. La garrafa es una botella de gran tamaño que tiene una forma más ancha y abombada para facilitar su transporte y almacenamiento. Se trata de un sistema de envasado industrial que, en algunos productos como el agua, ha llegado a los hogares.
  • Mallas. Son bolsas formadas por hilos o tiras de plástico entrecruzadas que forman un patrón regular que queda cerrado por un par de grapas. Este es un sistema que permite que el producto transpire y que se pueda transportar en raciones listas para su consumo con gran facilidad. Se emplea, sobre todo, en la distribución de frutas y verduras.

El packaging.   

Como bien dice el blog Puro Marketing, el envasado de los alimentos también tiene una función comercial. De usar un envasado a otro, así como la forma en la que lo etiquetemos y decoremos, puede variar considerablemente la venta del producto.

Uno de los principales objetivos de una marca es diferenciarse de la competencia. De manera que el consumidor pueda identificarlo con facilidad. En este sentido, el empaquetado y etiquetado es clave. Parémonos a pensar en los envases de la crema de avellanas “Nocilla”. Desde hace décadas, esta empresa española utiliza unos vasos de cristal que son fácilmente identificables por el consumidor y que se diferencian de los tarros que emplea su principal competidor, la empresa italiana “Nutella”.

El envase es un mensaje directo al comprador. Seguimos sin dejar de lado el ejemplo de Nocilla. Esta crema de cacao y avellanas va dirigida principalmente a los niños, pero las personas que las compran son las madres. El hecho de utilizar como envase un vaso de plástico reutilizable hace que las madres se inclinen por esta merienda y no por otra.

¿Cuántas madres han completado su cristalería de uso diario con vasos de Nocilla?

Relacionado

Scroll al inicio