Cuando un cliente comienza el proceso de compra o de venta de una vivienda, debe consultar a un agente inmobiliario porque este proceso es muy complicado y largo.
Un buen agente inmobiliario debe ofrecer asesoramiento especializado, utilizar una comunicación adecuada y expresarse con claridad, para transmitir confianza. Es importante estar actualizado para
conocer las tendencias e identificar ciertos cambios en el mercado. Si tiene toda la información necesaria puede dar un buen servicio a compradores, vendedores o inquilinos.
Para poder satisfacer las necesidades del comprador, el agente debe preguntar sobre su motivación, capacidad y qué espera de todo este proceso. Este profesional sabe negociar adecuadamente y debe comentar las ofertas recibidas a los propietarios. La negociación puede ser más fácil a través de un profesional con experiencia en este sector que si se hace directamente.
Un agente inmobiliario conoce todos las características del barrio en el que el cliente desea comprar o vender, y puede asesorar sobre colegios, zonas verdes, hospitales, centros médicos, comercios.
gimnasios, parques infantiles, bibliotecas, etc.
El agente no solo espera respuesta directa a los anuncios que haya publicado, sino que dispone de una cartera de clientes de la zona, por lo que facilita la venta más rápida o la búsqueda de la vivienda.
Además, este profesional puede aconsejar y asesorar sobre el registro de la propiedad, el certificado al corriente de pago de la comunidad de propietarios, el certificado de eficiencia energética, el contrato de arras, la tasación justa del piso, etc.
Desde Idealista informan que «las propias agencias inmobiliarias imparten formación de calidad a los agentes para que tengan el mayor éxito posible. Sin duda, es recomendable tener una formación adecuada en áreas como la gestión inmobiliaria, el marketing y las ventas, entre otros cursos relevantes para la actividad de intermediación inmobiliaria».
Asesora para marcar un precio según la situación del mercado, independientemente de lo que el vendedor piense que puede valer su propiedad o lo que pagó en su momento.
Puede ayudar a identificar las fortalezas y debilidades de cada vivienda porque conoce las tendencias en el mercado y
como fluctúan tanto los precios, como la oferta y la demanda.
En la interacción directa con los clientes, puede emplear técnicas de venta efectivas para mejorar las posibilidades de cerrar una venta.
Este experto sabe todo lo que implica un proceso de compraventa inmobiliario y se mantiene constantemente formado y actualizado sobre los distintos aspectos legales, fiscales y de marketing.
También se encarga de gestionar todos los trámites como la preparación de contratos, la coordinación con notarios, y la tramitación de permisos y licencias.
Un agente inmobiliario realiza un plan de marketing para cada vivienda y utiliza diversas herramientas como vídeos profesionales, webs propias, visitas virtuales, fotografías profesionales y una fuerte presencia en portales inmobiliarios.
En la actualidad ha surgido el Agente Inmobiliario Online (AIO) que utiliza herramientas y plataformas digitales para gestionar la compra, venta y alquiler de propiedades.
Para conocer más características de este profesional nos hemos puesto en contacto con los agentes inmobiliarios online de la empresa Your Homes y nos han contado que este profesional inmobiliario debe aprender nuevas habilidades para mantenerse al día con las últimas tecnologías y captar clientes de manera efectiva utilizando redes sociales, publicidad online y sistemas de gestión automatizados como los CRM.
El agente inmobiliario trabaja a través de internet y realiza todas o la mayor parte de sus gestiones de forma online. Esta figura ofrece una comunicación eficiente y rápida con los clientes.
Es importante la especialización porque hay agentes inmobiliarios que se dedican a la venta o alquiler de un tipo concreto de
propiedades, como las viviendas de lujo o las casas adosadas en primera línea de playa.
Lo ideal es que conozca bien el barrio o la zona en la que se encuentran las viviendas, porque si un cliente le pregunta por la zona y percibe que el agente inmobiliario no está informado, mostrará cierta desconfianza en sus servicios.
Es fundamental que el agente inmobiliario cuente con un buen manejo de internet y de las nuevas tecnologías, ya que se producen constantes cambios en los programas y herramientas. Debe utilizar un software de gestión inmobiliaria para organizar las tareas y para poder mantener una comunicación con los clientes y con el equipo de trabajadores.
Este profesional puede trabajar desde casa o en un espacio ‘coworking’, y desde el lugar que prefiera se puede desplazar para realizar visitas y encontrarse con el propietario de la vivienda y futuros compradores.