Todo trabajo en altura requiere de las mejores medidas de seguridad. De vez en cuando llega hasta nuestros oídos la noticia del fallecimiento de algún albañil a causa de una caída al vacío desde el andamio. Es necesario poner todos los medios para evitar situaciones como esta y hacer del trabajo de muchos profesionales algo más seguro y menos terrorífico.
Un emprendedor que sepa de la necesidad de dichos elementos en su empresa debe apresurarse a conseguirlos. El tiempo juega en contra de quien no los posee y los peligros crecen conforme pasa el tiempo, no solo por la posibilidad de que alguno de sus empleados corra peligros sino también porque puede enfrentarse a una gran y merecida multa proveniente de la Administración Pública.
En mi caso particular, siempre he tratado este asunto con toda la delicadeza que merece. Hace unos tres años me convertí en un emprendedor al abrir una empresa dedicada a la venta, instalación y reparación de aparatos de aire acondicionado en la provincia de Sevilla. Buena parte del trabajo de mis empleados se desarrolla sobre un andamio y por tanto son necesarios todos los sistemas de seguridad posibles para que ninguno de ellos sufra un accidente que pueda costarle la vida.
Adquirir dichos sistemas de seguridad fue mi prioridad desde el mismo momento en el que la empresa cobró forma. Necesitaba mantener contacto con una entidad que pudiera suministrarme los más fiables a un precio que, a ser posible, se adecuara al presupuesto del que disponía en aquel momento. Como no conocía ninguna, comencé a recabar la información pertinente para hacerlo.
Descubrí una entidad, Soluciones Técnicas, que me proporcionaría justo el tipo de elementos que estaba buscando para garantizar la seguridad de los míos. Entre los productos de dicha empresa se encontraban barandillas, redes de seguridad, líneas de vida y, además, servicios para garantizar el mantenimiento de dichos elementos. Decidí adquirir todos ellos confiando en la posibilidad de que mi empresa fuera pionera en materia de seguridad laboral.
Ni víctimas ni accidentes
Un auténtico éxito. Así definiría los tres años que han transcurrido desde que abrí mi empresa con todos los elementos de seguridad incorporados. Y un éxito en todos los sentidos. En primer lugar, porque se han conseguido unos beneficios que han mejorado todas las previsiones que manejábamos allá por 2014. Pero el éxito más importante no es el que tiene que ver con el aspecto económico, sino con el de la seguridad. No hemos sufrido ningún accidente ni, por tanto, ninguna víctima. Y este era motivo más que de sobra para congratularnos.
Dichos resultados nos han supuesto recibir el reconocimiento de diferentes instituciones y organizaciones que pelean por conseguir una seguridad laboral real y que focalizan su actividad en la prevención de riesgos laborales. Es algo que a nosotros nos agrada y que nos permite posicionarnos como una empresa que realmente muestra interés por los suyos, algo de lo que, todavía en la actualidad, no todo el mundo puede presumir.
De hecho, lo que nos diferencia como empresa es precisamente la apuesta que hacemos en materia de seguridad, lo que hace que muchos de los profesionales del sector quieran trabajar con nosotros antes que con cualquiera de nuestros competidores. Algo que, como es evidente, nos permite tener a la mejor plantilla y, por tanto, desempeñar un servicio de primerísima calidad para todos nuestros clientes.
En la empresa tenemos la conciencia muy tranquila. Sabemos que es imposible que ocurra una desgracia bajo nuestra responsabilidad. Los elementos de seguridad que poseemos son absolutamente fiables y cumplen con todos los requisitos de homologación. Es la base de nuestro éxito. Una base que, simplemente, consiste en cuidar a nuestra gente.