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blanqueamiento dental

¿Cuándo NO realizar un blanqueamiento dental?

El blanqueamiento dental es un tratamiento estético popular que muchas personas se realizan para mejorar la apariencia de sus dientes.

Sin embargo, aunque ofrecen resultados muy buenos, no siempre es adecuado para todos.

 

¿Qué es un blanqueamiento dental?

El blanqueamiento dental es un procedimiento estético diseñado para aclarar el color de los dientes. Existen diferentes métodos para lograrlo, pero los más comunes incluyen productos de venta libre, como pastas de dientes y tiras blanqueadoras, además de los tratamientos profesionales realizados en la consulta de un dentista.

Los tratamientos profesionales suelen ser más efectivos y duraderos, sin lugar a dudas.

Generalmente, implican el uso de un agente blanqueador, como el peróxido de hidrógeno o de carbamida, que penetra en el esmalte dental y descompone las manchas que se han acumulado en la superficie de los dientes. En muchos casos, se utiliza una luz especial para acelerar el proceso de blanqueamiento.

Los resultados pueden variar según el método utilizado, el estado inicial de los dientes y la causa de la decoloración.

 

¿Por qué los dientes se amarillean?

Los dientes pueden perder su color blanco natural por varias razones:

  1. Consumir ciertos alimentos y bebidas como café, té, vino tinto, y salsas oscuras puede manchar los dientes con el tiempo. Los alimentos ácidos también pueden desgastar el esmalte, haciendo que los dientes se vean más amarillos.
  2. Fumar es una de las principales causas de decoloración dental. La nicotina y el alquitrán que se encuentran en los cigarrillos se adhieren al esmalte dental y provocan manchas persistentes.
  3. No cepillarse los dientes y no usar hilo dental de manera regular puede llevar a la acumulación de placa y sarro, lo que hace que los dientes se vean amarillos.
  4. A medida que envejecemos, el esmalte dental se desgasta, revelando la dentina debajo, que es de un color más amarillento. Este proceso es natural y hace que los dientes se vean más oscuros con el tiempo.
  5. Algunos medicamentos, como ciertos antibióticos (por ejemplo, la tetraciclina) y medicamentos para la presión arterial, pueden causar decoloración dental como efecto secundario.
  6. La genética también juega un papel en el color natural de los dientes. Algunas personas tienen esmalte dental más delgado o más amarillo de forma natural.

Entender las causas de la decoloración dental puede ayudar a tomar decisiones informadas sobre si el blanqueamiento es la opción adecuada.

 

¿Cuándo NO hacerse un blanqueamiento dental?

En HQ Tenerife, clínica de dentistas con gran experiencia, tienen claro que, si bien el blanqueamiento dental es seguro y efectivo para muchas personas, aunque también existen situaciones en las que no es recomendable, siempre es esencial consultar con tu dentista de confianza.

 

Cuando la boca no está completamente sana

Uno de los requisitos más importantes antes de someterse a un blanqueamiento dental es que la boca esté en buen estado de salud. Esto significa que no debe haber caries, enfermedades de las encías, infecciones o cualquier otra condición que pueda comprometer el proceso.

-Si tienes caries, el blanqueador puede penetrar en las cavidades y causar dolor o sensibilidad. Además, el tratamiento no será uniforme, lo que podría resultar en un color desigual en los dientes.

-Las personas con enfermedades de las encías, como la gingivitis o periodontitis, deben tratar primero estas afecciones antes de considerar un blanqueamiento. Las encías inflamadas o sangrantes pueden reaccionar negativamente al agente blanqueador, causando más irritación o daño.

-Las infecciones dentales, como abscesos, requieren tratamiento inmediato. El blanqueamiento en presencia de una infección no solo es ineficaz, sino que también puede agravar la condición, aumentando el dolor y la incomodidad.

Es crucial que cualquier persona interesada en el blanqueamiento dental visite a su dentista para una revisión exhaustiva antes de proceder. De esta manera, se pueden identificar y tratar posibles problemas de salud dental antes de considerar el blanqueamiento.

 

Si se sufre de hipersensibilidad dental

La hipersensibilidad dental es una condición en la que los dientes reaccionan de manera exagerada a estímulos como alimentos o bebidas frías, calientes, dulces o ácidas. Las personas con esta condición pueden experimentar dolor o malestar significativo durante o después de un tratamiento de blanqueamiento dental.

-El blanqueamiento dental puede hacer que los dientes se vuelvan aún más sensibles. Los agentes blanqueadores penetran en el esmalte y pueden irritar la dentina subyacente, aumentando la sensibilidad. Esto es especialmente cierto si ya se sufre de hipersensibilidad antes del tratamiento.

-Si tienes hipersensibilidad dental, es posible que el blanqueamiento no sea la mejor opción para ti. Sin embargo, existen alternativas menos invasivas que puedes considerar, como el uso de pastas dentales desensibilizantes, tratamientos de fluoruro, o métodos de blanqueamiento más suaves recomendados por un dentista.

Es esencial discutir la sensibilidad dental con tu dentista antes de decidirte por un blanqueamiento. Un profesional de la salud dental puede ayudarte a evaluar los riesgos y beneficios en tu caso específico.

 

Estando embarazada o en período de lactancia

El embarazo y la lactancia son períodos en los que las mujeres deben tener especial cuidado con los tratamientos que eligen, incluidos los procedimientos dentales. Aunque no hay evidencia concluyente de que el blanqueamiento dental sea perjudicial durante el embarazo o la lactancia, muchos dentistas recomiendan evitarlo por precaución.

Durante el embarazo, el cuerpo experimenta numerosos cambios hormonales que pueden afectar la salud dental. Las encías pueden estar más sensibles o propensas a la inflamación, lo que podría aumentar el riesgo de complicaciones durante un blanqueamiento dental. Además, los agentes utilizados en estos tratamientos contienen productos químicos que, aunque se consideran seguros en general, podrían tener efectos desconocidos en el desarrollo del feto.

-Al igual que durante el embarazo, se recomienda precaución durante la lactancia. Aunque no hay evidencia directa de que los agentes blanqueadores afecten la leche materna, es mejor errar por el lado de la seguridad y posponer el tratamiento hasta después del período de lactancia. Si estás embarazada o amamantando y estás considerando un blanqueamiento dental, consulta primero con tu dentista y tu médico. Ellos pueden ayudarte a tomar una decisión informada basada en tu salud y la de tu bebé.

 

Cuando el paciente es menor de 18 años

El blanqueamiento dental no está recomendado para personas menores de 18 años, a menos que sea estrictamente necesario y bajo la supervisión de un dentista. Los adolescentes y los niños aún están en fase de desarrollo dental, y es fundamental tener cuidado con los tratamientos que pueden afectar este proceso.

-Los dientes de los adolescentes y niños son más susceptibles a la sensibilidad porque su esmalte todavía está en desarrollo. Además, los dientes permanentes recién erupcionados pueden ser más sensibles a los productos blanqueadores, lo que podría causar dolor o malestar.

-En la adolescencia, la autoestima y la imagen personal son aspectos importantes, pero es crucial que los padres y los jóvenes entiendan que el blanqueamiento dental no debe ser una solución rápida para mejorar la apariencia. Es mejor enfocarse en una buena higiene oral y en evitar hábitos que causen manchas en los dientes.

Si un adolescente está interesado en el blanqueamiento dental, es fundamental que se realice una evaluación dental previa y completa y que se discutan las alternativas con un profesional de la salud dental.

 

¿Cómo evitar que los dientes amarilleen?

En lugar de recurrir al blanqueamiento dental, es mejor adoptar hábitos que prevengan la decoloración de los dientes:

  1. Mantén una buena higiene oral: Cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental y enjuague bucal son hábitos esenciales para mantener los dientes limpios y libres de manchas. La higiene oral regular también ayuda a prevenir la acumulación de placa y sarro.
  2. Evita alimentos y bebidas que manchan: Limita el consumo de café, té, vino tinto y alimentos con colorantes fuertes. Si consumes estos productos, enjuaga tu boca con agua inmediatamente después para reducir su impacto.
  3. No fumes: El tabaco es uno de los principales culpables de las manchas dentales. Dejar de fumar no solo mejorará la apariencia de tus dientes, sino que también tendrá beneficios significativos para tu salud general.
  4. Visita al dentista regularmente: Las limpiezas dentales profesionales son cruciales para eliminar la placa y el sarro que el cepillado regular no puede alcanzar. Además, tu dentista puede detectar y tratar cualquier problema dental antes de que se convierta en algo más serio.
  5. Usa pastas dentales blanqueadoras: Aunque no son tan efectivas como los tratamientos profesionales, las pastas dentales blanqueadoras pueden ayudar a mantener el brillo de tus dientes entre las visitas al dentista.

 

¿Sigues teniendo dudas?

Si después de leer este artículo aún tienes dudas sobre si el blanqueamiento dental es la opción adecuada para ti, es importante que no tomes decisiones precipitadas. Cada persona tiene una situación dental única, y lo que funciona para unos puede no ser lo mejor para otros.

Es fundamental investigar más sobre el tema y considerar las posibles alternativas.

Habla con tu dentista sobre tus inquietudes y preguntas específicas, porque él podrá ofrecerte una evaluación personalizada y explicarte la mejor forma de proceder para ti.

Si no estás seguro de si tu boca está en condiciones óptimas para realizarte un blanqueamiento o si simplemente deseas explorar otras opciones para mejorar la apariencia de tus dientes, un dentista es la persona más indicada para guiarte.

Recuerda que tu salud dental es una parte esencial de tu salud general, y merece tu atención.

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