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Aprovecha este verano para volcar tu negocio a Internet

Cuando más aprieta el calor poco pensamos sobre las diferentes maneras de impulsar nuestro negocio, pero esto no pasa cuando pasamos la tarde de agosto trabajando en la oficina con un calor inhumano, intentando mantener a flote los restos que nos permitan sacar algo de dinero para irnos de vacaciones.

Para evitar estas situaciones vamos a hablar de un tema que es importante para muchas empresas, y gracias a esto, las cifras de negocio de muchas Sociedades han aumentado considerablemente. Hablamos concretamente del e-Commerce, es decir, de vender en Internet.

Muchas empresas siguen trabajando según las viejas costumbres del boca a boca, pero hoy en día, y atendiendo a las generaciones futuras, esto puede ser un gran problema a medio plazo. Y piensa solo en la cantidad de personas que comparan cualquier producto por Internet, y solo compran por la vía electrónica.

Con el fin de conseguir un beneficio que nos permita pasar el calor del verano en la piscina, vamos a daros unos valiosos consejos para volcar nuestro negocio físico a Internet. Este puede ser un proceso bastante complejo, que requiere de una inversión, pero tiene sus beneficios.

Si necesitas ayuda, que es lo más probable, haz una búsqueda de empresas especializadas en tu sector. Hay ciertos servicios que pueden ser gestionados por muchas empresas, pero en cuanto a ciertos aspectos concretos de tu sector, elige a aquellos que trabajen con clientes del sector.

Un ejemplo de empresa especializada en el sector farmacéutico es Farmacom, que concretamente está especializado en el diseño web, promoción y creación de tiendas online, y ofrece soluciones completas diseñadas para las necesidades concretas de las farmacias.

Los pasos para el éxito

En primer lugar, vas a necesitar un stock más amplio. Frente a la ventaja de tocar y comprar del comercio tradicional, el comercio online puede presumir de ofrecerle a sus clientes una oferta mucho más extensa entre la que escoger. El número limitado de referencias con el que juega la tienda física no es suficiente para competir en la Red.

Y también la política de promociones es más dinámica. Lo de colgar el cartel de “rebajas” el 7 de enero y quitarlo el 28 de febrero” no funciona en la Red. Tendrás que trabajarte mucho más la rotación de productos en tu tienda online por medio de promociones, campañas puntuales, concursos, etc. La clave es que la web no sea un elemento estático de venta, sino uno en continuo movimiento.

En segundo lugar, debes darle importancia y mayor cuidado al servicio postventa. En el comercio tradicional el mayor esfuerzo comercial se realiza en la propia venta, y por lo general, la actividad del comerciante termina en el momento en el que el cliente sale por la puerta con su compra. En el entorno digital, en cambio, la compra supone un punto de arranque, y es a partir de que se ha formalizado la transacción cuando da comienzo todo un proceso de pagos seguros, logística, seguimiento y control de incidencias.

Ten en cuenta que tus márgenes se reducen. El precio se convierte un factor esencial en el entorno de la compra digital. Tendrás que tener ese aspecto muy presente a la hora de marcar tu política de precios. Parte de esos costes que vas a ahorrar por el hecho de pasar a digital (alquiler, electricidad, dependientes, seguridad, etc.) tendrán que verse compensados en tus precios. No puedes cobrar lo mismo que en la tienda física si quieres ser competitivo.

Y empieza a cambiar tu concepto de logística. Antes el problema era traer los productos hasta la tienda; ahora se trata de llevarlos hasta las casas de los compradores. Ya no se trata de un centro que distribuye a diversas tiendas físicas (lo que además implica unos costes adicionales), sino que ahora la logística centraliza las compras en un punto y desde allí sale a los hogares de los usuarios.

En tercer lugar, los niveles de obsolescencia diferentes. En una tienda física, al trabajar con almacén y stocks propios, siempre hay una partida de productos “de otras temporadas”, a los que no se consiguió dar salida en su momento y que generan un coste de obsolescencia que hay que intentar paliar mediante ofertas y promociones especiales. En el ámbito online esta convivencia entre productos nuevos y sus “antepasados” inmediatos no se da tanto.

Y la protección legal del cliente/usuario cambia. En Internet existe una amplia gama de garantías para el consumidor, superiores incluso a las que ampran al consumidor en general.  La protección abarca desde la validez de los contratos, hasta la información que está obligada a facilitar la tienda, devoluciones, derecho de desistimiento, etc. Cuestiones que es necesario conocer y adaptar a nuestro modelo de negocio.

Por último, debes de entrar en el juego la reputación online. La mala gestión de una venta física se queda muchas veces, en el peor de los escenarios, en la pérdida de ese cliente. En Internet, los efectos de la mala experiencia digital de un usuario pueden amplificarse, a través de foros y blogs, de tal modo que nos causen un verdadero problema. Cuidar el servicio y, en el caso de que haya quejas, atenderlas y resolverlas con rapidez, es esencial para toda tienda online.

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