Una negociación entre futuro arrendador y arrendatario es, casi siempre desigual, aseguran los profesionales del sector inmobiliario, y es casi siempre el propietario el que sale ganando. Por eso, es muy importante elegir bien con quién se hace la transacción, afirman en Inmodoñana, una inmobiliaria que ofrece servicios de venta y alquiler de oficinas, así como de otros inmuebles como chalets, apartamentos, casas, pisos, etc, encargándose de todo el proceso de gestión y de la tramitación de operaciones y asesoramiento. Antes de la venta se encargan de recopilar y solicitar los documentos necesarios para que se puedan iniciar los trámites de compra sin ningún problema. Su servicio de post-venta, continúan ofreciendo atención al cliente tras su paso por la notaría. Además, ofrecen otros servicios para una mayor tranquilidad y comodidad de comprador y vendedor.
Si quieres conocer algunas claves para poder negociar un acuerdo justo a la hora de hacer un contrato de alquiler de oficina, continua leyendo este post, ya que puedes ser de mucha utilidad para ti. ¡Comenzamos!
Negociar un contrato de alquiler de oficina
Según los expertos de los portales inmobiliarios misoficinas.es, mislocales.es y misnaves.es, esto es lo que hay que tener en cuenta antes de alquilar o comprar un local de oficina.
1. «La negociación empieza desde que se pisa un inmueble y se debe evitar mostrar que un local u oficina son “la oficina o el local perfecto” y no desvelar información que pueda perjudicar en la negociación del contrato de arrendamiento, por ejemplo, el presupuesto del que se dispone para el alquiler».
No puedes dejar que el comprador advierta que el local que te está mostrando es el sitio ideal para montar tu oficina. Tampoco ha de saber el presupuesto con el que cuentas para hacerlo.
2. «Es importante intentar dejar claro que hay otras opciones. Tener otros inmuebles en el punto de mira y que esta realidad sea entendida por los propietarios de los inmuebles visitados. Además, los informes inmobiliarios contienen datos muy valiosos de precio, disponibilidad y tendencias, analizarlos ayuda a comprender si un inmueble es caro o barato».
El comprador tiene que tener muy caro que no es el único local disponible, y tú también. Por eso, has de buscar y comparar entre las distintas opciones que te ofrecen. No te precipites.
3. «Aunque es muy cómodo gestionar la búsqueda con un interlocutor solamente, contactar con más de un intermediario para la búsqueda del inmueble es fundamental, pues la mayoría de los intermediarios trabajan por cuenta de los propietarios por lo que hay que intentar “repartir el juego” entre varios consultores».
Consulta en agencias distintas. Los vendedores o arrendadores trabajan con inmobiliarias diferentes, así que, haz tú lo mismo.
4. «La realización de una oferta debe ser por escrito y de forma no vinculante. Se puede presentar a uno o varios de los propietarios y debe contener el precio que se puede o quiere asumir, en términos realistas, sin llegar a ser insultante. Solicitar una respuesta por escrito ayuda a entender mejor las expectativas e intenciones de unos y otros. Por ejemplo, si un propietario en cuestión no está dispuesto a bajar su precio y el futuro arrendador no puede subirlo, no tiene sentido proceder a la negociación del contrato».
A la hora de hacer una oferta, esta ha de ser siempre por escrito y ha de ser un fiel reflejo del presupuesto con el que se cuenta. No vale de nada seguir negociando si el vendedor no baja y el comprador no sube.
5. «Existen cláusulas del contrato de alquiler a las que se ha de prestar atención, como pueden ser la variación del precio y la duración, que también forman parte de la negociación. Lo normal es que el propietario pida un determinado plazo de “obligado cumplimiento”, es decir, un plazo mínimo de duración, antes del cual no se podrá desistir del arrendamiento. En España es habitual que este plazo inicial sea de tres años. La actualización del precio puede ser “a mercado”, lo que significa que tras un determinado plazo del arrendamiento (según se acuerde), el precio del alquiler deberá volver a negociarse para ajustarlo a los precios de mercado en ese momento. Lo más recomendable es acordar con el propietario un límite en la variación del precio».
Ha de quedar muy claro antes de proceder al contrato de alquiler, si el precio va a variar mucho con el tiempo o si existe un tiempo mínimo de duración de contrato. Esto hay que acordarlo previamente para no llevarse sorpresas.
6. «Existen otras cláusulas que aparecen, o deberían aparecer, en versión escrita del contrato y que pueden sorprender a los arrendatarios a pesar de ser comunes. Los gastos de comunidad, conservación y mantenimiento, entrega y devolución, obras, fianza, garantías adicionales, cesión y subarriendo, son aspectos que se deben reflejan en el contrato y que es importante leer detenidamente».
Aclarar, además, aspectos como la comunidad, la fianza, mantenimiento y conservación, etc, y siempre, hay que hacerlo por escrito.