Muchas son las empresas que se han apuntado a la moda de medir el nivel de felicidad de sus empleados. Y no es una tontería ni mucho menos. Hay estudios que demuestran que unos trabajadores más felices son mucho más productivos y, entre otras cosas, están más sanos, por lo que se cogen menos bajan y rinden de una manera increíble en el trabajo. Además, este tipo de empleados suelen ser mucho más resolutivos y eficaces a la hora de trabajar, así como tienen menos accidentes laborales, ya que este estado de felicidad les hace valorar más su vida. Y, cómo no, tienen también un sentimiento de fidelidad y compromiso hacia la empresa que hace que no se sientan incómodos si han de sacrificar alguna hora libre por terminar un día un proyecto con fecha de entrega, por ejemplo, ya que son mucho más flexibles y tienen la mente abierta a hacer este tipo de esfuerzos.
Es por esto que nos conviene más que nunca tener contentos a los trabajadores en un panorama social donde la desmotivación por los bajos sueldos y las condiciones laborales está campando a sus anchas entre los empleados.
Desde aquí vamos a daros algunos trucos con los que conseguir este estado de felicidad entre los empleados que nos viene tan bien a los empresarios.
- Una de las cosas que más valoramos todos, ya seamos empleados o no, es la salud, por lo que beneficiar a los trabajadores de un seguro de salud les hará sentirse seguros y contentos con la empresa. No tiene por qué ser una póliza completa, sino que puede tener un cierto copago o simplemente un rebaja con respecto a si la contratásemos por nuestra cuenta.
- Al igual que una póliza de salud, podemos establecer diferentes convenios con empresas como clínicas dentales para que estos tratamientos tengan una cierta rebaja o unas condiciones especiales para los empleados en cuanto a financiación. Es más, podemos ser nosotros mismos quienes financiemos este tipo de tratamientos. Eso sí, es conveniente darles seguridad firmando o subvencionando solamente clínicas buenas, como es el caso de Periodoncia Calzavara y Morante, en Madrid.
- La flexibilidad de horarios o el hecho de poder trabajar algún día desde casa supone también una gran ventaja para los empleados, quienes rendirán tanto o más ya que no que no desean perder este tipo de ventaja. Este caso es muy práctico por ejemplo para quienes vienen de otras ciudades. Imaginad la situación de alguien que empieza las vacaciones de Navidad un martes. Pues bien, si le damos la posibilidad de trabajar el lunes desde casa, se podrá marchar ya de viaje el mismo viernes anterior, alargándolas así en gran medida.
- Una paga por productividad es clave también para conseguir que nuestros trabajadores rindan en gran medida, porque saben que de hacerlo bien y de subir los ingresos de la empresa ellos mismos se beneficiarán de esto. Podemos por ejemplo poner un porcentaje de un 2 por ciento a repartir a final de año entre todos los empleados, o dos veces al año, para que así no apuren solo cuando vean que se acerca la fecha, ya que tendrán dos a lo largo del curso para agrandar su nómina.
- Los regalos son también importantes y no tienen por qué suponer un gran coste. Con regalos nos referimos por ejemplo a las míticas cestas de Navidad, que en muchas empresas se han suprimido con motivo de la crisis. Si por ejemplo llegamos a un acuerdo de trueque o cambio con la compañía que las despacha, el precio de las mismas nos resultará casi insignificante y los empleados lo valorarán mucho.
- Asimismo, a lo largo del año podemos establecer ciertas competiciones para motivar a los trabajadores. Por ejemplo, dar un premio en forma de dinero o de regalo (un viaje, un coche, unos cheques regalo para gastar en alguna gran superficie o centro comercial) para quien haya cerrado más contratos, para quién haya conseguido más dinero o para quien haya faltado menos al trabajo.