¿Te has parado a pensar los efectos que está teniendo esta crisis financiera sobre los españoles? Además de las consecuencias económicas que todas las familias están notando, lo cierto es que hay un desánimo generalizado y unos dramas que esconden verdaderas tragedias. Aunque por un lado vemos en los medios de comunicación iniciativas solidarias que hacen que nos sintamos orgullosos de nuestros vecinos, que se dejan la piel por ayudar a quienes más lo necesitan en estos tiempos, también hay muchas situaciones de desamparo que no están saliendo a la luz y que tienen a bastantes personas sumidas en un profundo agujero del que les cuesta salir. La crisis está haciendo mella en muchas familias cuya situación ha cambiado, donde cuesta asimiliar que antes vivían comodamente y que ahora necesitan acudir a comedores sociales o pedir ayuda a sus familiares y amigos. También para los niños es un momento duro y pueden sentirse diferentes en el colegio. Las situaciones y las cosas que pasan por la cabeza de la gente que se está viendo afectada sobremanera pueden ser un mundo para ellos y necesitan más que nunca que alguien les tienda una mano.
Es, por tanto, un momento excepcional para la profesión de los psicólogos. Excepcional no por bueno, sino por diferente y nuevo, un momento que requiere de su saber hacer y su ayuda para hacer que gran parte de la sociedad remonte de este bache en el que está viviendo.
Antes la figura del psicólogo y la del psiquiatra eran vistas con recelo. Se creía que a ellos iban los que estaban locos. Pero ahora la sociedad ha cambiado y no son más que profesionales de la sanidad. Es tan normal ir a un podólogo porque te duele un pie como acudir a psicólogo para que te eche una mano para mejorar tus problemas de autoestima, depresión o de bipolaridad. Al fin y al cabo, todo son enfermedades.
Dado que la situación de empleo por cuenta ajena es también complicada para los psicólogos, al igual que para todos los trabajadores de los demás sectores, y que cada día salen más jóvenes preparados de las universidades buscando hacerse un hueco, una forma de autoempleo que no debemos dejar de lado es el establecernos por nuestra cuenta. Muchos son los que están ofreciendo sus servicios incluso a través de la red, pero desde aquí queremos explicaros los pasos básicos para abrir una consulta al uso o tradicional.
El primer paso que debemos dar para llevar a cabo la apertura de una consulta privada es colegiarnos en el Colegio Oficial de Psicólogos de nuestra zona. Posteriormente, cuando hayamos encontrado el local o piso donde queramos ejercer, tenemos que solicitar un permiso de apertura al Ayuntamiento y también pedir el alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos en la Tesorería de la Seguridad Social. Además, debemos darnos de alta también en el Impuesto de Actividades Económicas en la Delegación de Hacienda. Si la actividad a realizar es en el área de Clínica o de Seguridad Vial, hay que rellenar el impreso de exención de IVA. Por otro lado, es necesario solicitar el Registro Sanitario en la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios y una autorización de Publicidad en la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios. Una vez rellenado el impreso hay que entregarlo, junto con el texto que se va a publicitar, en el Colegio. Por último, tendremos también que cumplir con la normativa establecida en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, sobre Protección de Datos.
Aunque asusta, no dejan de ser meros trámites de papeleo que podemos hacerlos nosotros mismos o contratar la ayuda de un gestor que esté más acostumbrado para que nos eche una mano. Esto último es muy recomendable, ya que este tipo de actividad requiere ciertos trámites periódicos con la Administración, como declarar el IVA y hacer constar las facturas del material que necesitamos para llevar a cabo nuestra actividad, entre otros. Además, si es la primera vez que nos damos de alta como autónomos y si somos menores de treinta años, podemos contar también con ciertas ayudas y subvenciones fiscales que nos pueden venir muy bien durante los primeros meses de apertura de la consulta, y un gestor siempre está más al tanto de todo esto que nosotros.
Si además de abrir la consulta os especializáis en algún tratamiento en concreto o conseguís un toque diferenciador por vuestros efectivos tratamientos, como es el caso de la clínica Psania, en Valladolid, estamos seguros de que tendréis el éxito más que garantizado.